domingo, 2 de febrero de 2014

Tesoro perdurable en el tiempo


Desde el primer post de este blog, dije que la intención principal era aprender a disfrutar y conocer nuestra ciudad, investigando en nuestro pasado e informándonos de nuestro presente, compartiéndolo en estas líneas, para hacer caso a las llamadas silenciosas que nos lanza Talavera de la Reina, desde todos sus rincones.

Pues fiel a esto y madurando en la idea de como expresar tanto por disfrutar, creo imprescindible en éste cuarto post y por merecer la pena tanto en antigüedad, como en la belleza que posee, hablar de los atardeceres mágicos que nos brinda cada día el correr del sol hacia su descanso en el cielo talaverano, la variedad de matices en los colores que pinta el rey en su retirada, merece que lo reconozcamos como uno de los mejores tesoros de los que disfrutar, perdurable en el tiempo e imposible de ser robado, ni destruido en guerras por el afán de colonización primero e ideología política después. A partir de hoy descubriremos los seguidores del blog, que al igual que en otras ciudades del mundo, Talavera ha sido construida, para después destruirla y todo con la única excusa de poseerla, ha sido despojada de sus tesoros, engalanada de ellos y vuelta a despojar, pero algo que nadie ha podido destruir y sí disfrutar, son los atardeceres de Talavera de la Reina. Me quedo perpleja en muchas ocasiones cuando en reuniones, algún talaverano igual nativo que afincado, comenta que en tal ciudad había, este u otro  monumento que resaltar, y añade, porque figura en las guías turísticas y seguramente sea cierto, y el atardecer, maravilloso, siempre añado, ¿mejores que los nuestros?, en la mayoría de las ocasiones la extrañeza se refleja en sus caras, pues bien, miremos nuestros atardeceres, desde cualquier punto, yo los he observado y son magníficos, pero si queréis una recomendación mirarlo desde nuestro puente romano, (este nombre lo aclararemos en otro post), cualquier día es precioso, mas si elegís un día de primavera en el que las aves, los murciélagos, los peces  y los patos, parecen celebrarlo o despedir al sol con sus gritos y vuelos estridentes, el espectáculo lo tendréis asegurado, y si además es un día de suave brisa, en el que los pómulos se refresquen y los ojos se iluminen ante la variedad de colores y tonalidades, seguramente no lo olvidaréis nunca.

Y que mejor recomendación para hacer  un lunes en el que salimos cansados de trabajar, o agotados de las labores diarias y empezando una semana en la que los días de descanso vuelven a quedarnos lejos, que mirar al cielo y disfrutar del tesoro mas antígüo y mejor conservado que tenemos, el atardecer de Talavera de la Reina, y si con ello os pido que  comentéis y extendáis por ahí su belleza, para que nuestra ciudad sea galardonada tanto con éste cómo con el resto de tesoros que posee, estos sí, con mas huellas del paso del tiempo y las ambiciones, seguramente nuestra preciosa Caesaróbriga velará nuestro descanso con placer.

Katia C.


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