lunes, 24 de febrero de 2014

Murallas para una gran ciudad

  Me gustaría cerrar la época romana en este post, intentando aclarar cual era  el trazado  amurallado, exactamente por donde iba la muralla del primer recinto del que tenemos vestigios y que corresponde al que construirían los romanos para la protección de la ciudad.

   Desde el principio de los tiempos, hemos construido recintos que marcaban el territorio y a la vez ayudaba a la protección de lo conseguido,  en las cavernas primero, marcando dentro de ellas, los diferentes hogares por medio de piedras, después con los castros y mas perfeccionados con las murallas, en esto los romanos se hicieron expertos, muchas conquistas que proteger, imagino que sería el motivo principal, o simplemente la capacidad de avanzar. 

   Como ya hemos dicho la mayoría de los vestigios que se podrían tener en nuestra ciudad se han destruido de forma salvaje, alegando el avance de la urbanización de la misma, no se ha tenido en cuenta en ningún momento cómo salvaguardar tantísimos años de historia , ni lo afortunados que somos y la cantidad de ingresos que podría haber proporcionado el respeto y recuperación de los mismos, pero..., en fin, a los que nos produce tristeza lo único que nos queda es lamentarnos por ello y esperar que en las próximas posibilidades nos esforcemos y empeñemos por la recuperación y respeto de los mismos.

   Actualmente en la calle lechuga, tenemos un recinto vallado que aún  siendo respetado para su construcción, en parte,  no se está recuperando y protegiendo debidamente para no perderlo, que no se está viviendo el mejor momento económico, es cierto, pero, quizá como en otras ciudades no lejanas, se podría crear una asociación que ayudase y  preocupase por la defensa de nuestro patrimonio. ¡Tenemos mucho!

Puerta de San Pedro
    El trazado de Caesaróbriga era sencillo, teníamos tres partes del mismo protegido por las aguas que la bañaban y encima proporcionaban una ribera fértil muy bien aprovechada para la agricultura, Desde el inicio de la muralla, el centurión encargado de la vigilancia y custodio de  todo lo que fuera extraño en lo que alcanzase su privilegiada situación, observaba al Este Albadiel, Oeste Portiña, Sur el Tajo, partiendo de éste, en un recorrido mitad alerta a posibles invasores, mitad ilusionado en el descubrir de su paseo, bellas sacerdotisas camino de sus cultos, hermosas jovenes paseantes con sus túnicas ceñidas, y el bullicio de una ciudad en su renacer, se recorría la muralla subiendo la calle Carnicerías, plaza del Reloj desde donde se divisaba la puerta de San Pedro, con una inscripción referida al hijo del gran Pompeyo,  esta puerta fue destruida con bastante polémica,  seguía la Corredera del Cristo, deleitandose en los aromas y sonidos, torcía hacia Charcón, aquí divisaba  la Puerta de Mérida, en la que debía pararse y observar mas cautamente, pues esta puerta abría paso a los grandes mandatarios que venían de la capital de la provincia, tras la observación, San Clemente, Entretorres, encontrándose con la Puerta del Río, que daba acceso a los que entraban cruzando el puente, acarreando sus carros llenos de aprovisionamiento para la ciudad, o caminantes de otras provincias ansiados de probar fortuna, terminando en la   Ronda del Cañillo.A veces en mitad del recorrido podía pararse para observar enterramientos, éstos se hacían siempre fuera de las murallas, pues se pensaba que  producía clemencia en los visitantes,  lo que ayuda  en gran parte  a marcar los límites en los lugares donde no aparece muralla, pues la aparición de lápidas funerarias  indican extramuros. 

   Vestigios tenemos dentro del patio de nuestro actual ayuntamiento, de un edificio majestuoso  con friso de mármol, no podemos saber dedicado a qué, pero una gran ciudad como demuestran las excavaciones que era Caesaróbriga, puede dejarnos pensar en un edificio dedicado al control de la ciudad,donde los duunviros organizaban y preparaban los cuidados de sus edificios, aplicación de las leyes y  organización de los juegos, sus suelos del magnífico mármol blanco tan usado por estos romanos dotados con el gusto exquisito y refinado de la sencillez, elevadas columnas del iluminador color, torneadas, elevando la entrada y ofreciendo a todo el que se dignase atravesarla el sentimiento de importancia, al poder acceder al recinto que custodian. Otras edificaciones encontradas en la calle Lechuga, nos transportan a los hogares de la época con paredes pintadas en estuco rojo, no faltas de detalles con dibujos en sus molduras haciendo referencias a vegetales que hacían sentir a sus moradores, más cercanía a la naturaleza y ensoñaciones alegóricas con el jardín del Edén. También se han encontrado baños, con dependencias diferenciadas para el aseo y circunloquios, varones y féminas, lugares en los que además de gratificar al cuerpo con la limpieza, y relax que provocan las abluciones a diferentes temperaturas, facilitaba el cierre de tratos de negocios y acuerdos estamentales. Y así Caesaróbriga vivía su día a día y nos aportaba a las generaciones por venir toda una historia e identidad.


    La recomendación para ésta semana es la conferencia para el jueves en el Centro Cultural Rafael Morales,  "El Greco el universo de un pintor interminable" a las 19:00h. y pasear por nuestra ciudad, e intentar seguir el trazado que está ahí, bajo nuestro pies.

Hasta el próximo post

Katia C.

1 comentario:

  1. Gracias por la clara descripción del primer recinto amurallado. He podido acompañar sin gran esfuerzo imaginativo al centurión de la guardia en su recorrido por la ciudad.

    ResponderEliminar