domingo, 9 de febrero de 2014

Ceres, la Diosa

   Tanto interés me merece este tema, por lo simbólico, y sentimiento que nos produce a todos los talaveranos, que no podría empezar sin decir que ante todo, respeto la devoción y el orgullo por una fiesta, bien celebrada y justamente reconocida. 

    Mi intención en este post, es simplemente reflejar unos ritos que se celebraban  en la época de la conquista romana en nuestra ciudad, ritos a una Diosa, que quizá ya antes fuese adorada por celtas, pues solía pasar, que los ritos a una o un Dios, se respetaban, por hacer mas fácil el cambio de mandato, organización, pago de impuestos, y demás desmanes que se originaban cuando se conseguía una conquista, respetar parte de los ritos de los conquistados, adaptándolos a los de los  conquistadores, parece una estrategia inteligente, y considerada, a la par que favorece la integración de todos en la festividad, y ya sabemos que las fiestas alegran el espíritu y unen a los divertidos corazones. 

   He buscado la identificación de esta Diosa, Ceres, de la que hoy me enorgullezco en hablar, con otras Diosas de los pueblos anteriores y coetáneos a cuando sus celebraciones estaban en pleno esplendor, y muchas he encontrado, todas con la misma historia, o parecidas, con adaptaciones, añadidos, mejoras e incluso en ocasiones mezcla de identidades, pero lo que sí parece claro, es que se observaban sus ritos en Caesaróbriga y casi por el mismo motivo y fecha que ahora. Es la misma que Deméter en Grecia, Dea Dia romana, mucho mas antigua, quizá la hebrea Astarté y así muchísimas mas, todas eran Diosas de la fertilidad, la tierra, la naturaleza, la agricultura y ganadería, el grano, etc.  así llevado, como yo lo veo,  una madre, la tierra, legase a  sus hijas trocitos de ésta, y así, de Ops madre de Ceres, y Diosa de la tierra, nació Ceres, que heredó la agricultura y la ganadería, trozos de los legados de una, a compartir con el resto de hermanas.

  A nuestra Diosa Ceres, se le atribuye la capacidad de ayudar a los humanos en lo relativo a la agricultura y la ganadería, su historia es triste, por el dolor que tuvo que soportar ante la tristeza de la desaparición y pérdida de su hija, por esto también se la relaciona con la fertilidad, pues a la vez de hacer que la madre tierra procree, demostró ser madre amantísima. Y una coincidencia curiosa, Patrona de Sicilia, justo por la que toda nuestra romanización empezó, curioso dato me ha parecido éste, quizá la adopción de las Diosas, ¿era una simple moda en la celebración de la conquista conseguida? en fin... ya sabemos, hipótesis todas. Pero vamos a conocer a nuestra fuerte Ceres.

Diosa Ceres
  Júpiter prendado de la preciosa Ceres, engendró con ella una hija, Proserpina muchacha hermosa como su madre, en la que había fijado sus ojos el Dios Pluton, estando  un día de primavera en el que las azaleas coloreaban un apartado rincón el bosque de Sicilia, de elevados álamos por el que paseaba la muchacha, y jugaba con algunas ninfas, que la ayudaban en su recorrido, recogiendo aromáticas campanillas, y flores pintadas con el pincel de la belleza y agraciadas con unas gotas de esencia mágica y  abrumadora, apareció el Dios, con sus caballos brillantes de belleza azabache, que unidos a la cuadriga imponente, deslumbró a la muchacha e hizo esconderse a sus amigas, aprovechando su desorientación,  la agarró y en un surgir de potente estruendo, la llevó al averno y desposó. Ceres informada del infortunio, vagó por el mundo desesperada de dolor en la búsqueda de su querida Proserpina, pero nada hallaba, y su llanto y dolor no se agotaba, las cosechas se secaron y el mundo dejó de ser fértil, tanto mal causaba, que Júpiter apenado, sabedor del paradero de su hija, solicitó que se la  liberase, pero en estos casos de  Dioses, las condiciones son importantes, y únicamente se podía salir del inframundo sin haber comido, así que antes de dejar ir a la muchacha, Pluton la hizo comer unos diamantes de la fruta roja que surgía de los árboles del jardín, y así la balanza volvió a caer hacia él, que sólo pensaba en mantener los morenos cabellos de su amada cerca, ante el nuevo contratiempo, se decidió que Proserpina habitase seis meses en cada lugar, lo que dio lugar a los seis meses de fertilidad en los campos, con la felicidad de Ceres y los otros seis, de tristeza y sequía. .... Cosas de Dioses y sus manejos en la tierra.

    De la fiesta como se celebra en la actualidad, llena de matices interesantes y ya cristianizada, hablaremos en otro post. 

   Recomendaciones para hacer, con tanta lluvia se hace mas complicado, pero se me ocurre que tenemos un Bowling en nuestra ciudad, en el que siempre es agradable tomarse un refrigerio y si ademas lo acompañamos de una divertida y competitiva partida de bolos, las risas y celebraciones de al menos un ganador, vendrán aseguradas. Y a esperar que a partir del martes nos suban un poquito las temperaturas.

Katia C



 

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